Los olmecas

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Título

Los olmecas

Descripción

1200 a.C. pero que tiene un gran valor para nuestra civilización, en tanto definieron el rostro primigenio de las culturas del México antiguo, para nuestro presente, porque parte de lo que hoy nos conforma encuentra en los olmecas sus primeras raíces; y sobre todo para el futuro, porque nos recuerdan de nuestras capacidades, nuestra voluntad de ser y trascender en el tiempo, pero sobre todo, nos habla de una continuidad y una dirección. Los olmecas no se deben tomar como el "principio", sino como el final de un inmenso período de formación cultural que se llevó más de cuatro milenios (dos eras Cristianas) y que es bastante desconocido para el común de los mexicanos. "Uno de los aspectos más controvertidos de los Olmecas, además de su posición cronológica respecto a las otras culturas mesoamericanas, ha sido el esclarecimiento de su filiación étnica, lingüística y racial de esta cultura que, en el Sur de Veracruz y Este de Tabasco, experimentó una nueva forma de organización económica, social, política, y religiosa. Ésta fue totalmente distinta a la vida aldeana y tribal que le antecedió y a la que existía en la mayor parte de ese espacio geográfico que, con el transcurso del tiempo, llegaría a construir la macro área cultural denominada Mesoamérica." De esta manera Quetzalcóatl, que quedó grabado en las piedras de Chalcatzingo, Morelos, en el Período Preclásico, lo encontraremos en Teotihuacán en el Período Clásico con los toltecas y en el mismo Tenochtitlán con los aztecas en el Período Postclásico. "No guerreros ni comerciantes, sí agentes civilizadores, los olmecas cumplieron el destino que ellos mismos se asignaron. Lo cumplieron hasta donde en el espacio fueron capaces, y lo alargaron en el tiempo, construyendo lo que habría de ser el espinazo espiritual de nuestra antigua cultura. El concepto de lo humano por ellos forjado, dio cimientos al perpetuo optimismo de los hombres que los sucedieron. Los herederos suyos, sean teotihuacanos, zapotecas, mayas, mixtecas, huastecas, totonacas, aztecas, lograron merced al impulso que de ellos recibieron, la inagotable proliferación de felices construcciones culturales cuyos vestigios todavía educan y deslumbran. Teotihuacán, Tula, Xochicalco, Cacaxtla, El Tajín, Tikal, Palenque, Toniná, Uxmal, Monte Albán, Mitla, Malinalco, Chichén Itzá, Tenochtitlán, otras muchas ciudades análogas, dan testimonio de ese optimismo justificado y perdurable. Injuriosamente, los estudiosos hablan todavía de culturas primitivas, de totemismo, de adoración de la lluvia, de ritos sangrientos, y centran su atención en la guerra florida y los llamados sacrificios humanos de los aztecas, a fin de intentar legitimar el desprecio que les justifica nuestra explotación." Como de orden intangible como: filosofía, matemáticas, religión, arte, astronomía, entre otras. Así mismo, ya estaban en operación los cuatro sistemas básicos que fueron los cimientos de toda sociedad, independientemente de la cultura a la que pertenecieran y que fueron desarrollados y perfeccionados, casi en su totalidad, durante los primeros cuatro mil quinientos años de la civilización, entre la invención de la agricultura y aparición de la cultura olmeca. Estos cuatro sistemas son: el alimentario, el de salud, el educativo y el de organización social y régimen jurídico. Representan las cuatro bases indispensables para desplantar una cultura. En esos cuatro mil quinientos años, los Viejos Abuelos, no sólo inventaron la agricultura, la milpa, la chinampa, el nopal comestible. Lo que en conjunto permitió que los antiguos mexicanos dispusieran de suficiente energía, salud y tiempo para desarrollar sus proyectos civilizatorios, tanto en la construcción como en la investigación. El sistema de salud es otra de las grandes aportaciones a la civilización. Los Viejos Abuelos desarrollaron un profundo conocimiento del cuerpo humano y sus enfermedades. Investigaron las substancias curativas que poseen las plantas, los insectos, animales y minerales. Los médicos y la medicina anahuaca llegaron a alturas hoy insospechadas, toda vez que la barbarie europea desvalorizó y persiguió esta sabiduría que ha sabido sobrevivir a su desaparición historia. En efecto, todo este legado de conocimientos supo sobrevivir los trescientos años de persecución y en los últimos doscientos años ha vivido marginada y despreciada por la cultura dominante. Pero indiscutiblemente que ha sido el recurso más valioso para mantener la salud de los mexicanos más pobres y desprotegidos por el gobierno y explotados por la sociedad dominante. Los pueblos indígenas y campesinos, y de alguna manera el proletariado que vive en los grandes cinturones de miseria de las grandes ciudades del país han mantenido estos saberes tradicionales en extinción, por la acción de los voraces laboratorios trasnacionales y los medios masivos de comunicación. Los "remedios caseros", las infusiones, los masajes, el uso de plantas, animales, insectos y minerales para los ancestrales remedios siguen asombrosamente vivos. Así como, los rituales que tienen poderosos resultados en la psique de los pacientes, sin dejar de nombrar a las "plantas de poder" que ocupan un lugar muy especial en la sabiduría ancestral. El sistema educativo fue otro de los grandes pilares de la civilización del Anáhuac. Aunque se le dedicará por su importancia un capítulo especial a la educación, podríamos señalar que desde el punto de vista de "sistema", los antiguos mexicanos seguramente desde el año 1500 a.C. con la aparición decantada de la cultura olmeca, ya contaban con un sistema de educación que llegó a todos los niños y jóvenes de la sociedad en las culturas más evolucionadas y de manera sistemática hasta la llega de los españoles. El sistema educativo es un elemento básico estructural para poder desarrollar un proyecto civilizatorio, toda vez que el método para producir y reproducir el conocimiento en la sociedad, indiscutiblemente que es la educación. Gracias a este sistema, podemos entender los mega proyectos a largo plazo de las culturas del Anáhuac, en las cuales se llevaban siglos en construir un centro de conocimiento, como el mismo Teotihuacán, Palenque, Monte Albán o Xochicalco entre más de decenas de miles que hay en el país. La educación que ha generado la civilización del Anáhuac no se refiere únicamente al aspecto académico, que se enseñaba en el Telpochcalli, Cuicacalli y Calmécac. La educación desde un punto de vista más profundo. Nos referimos a su aspecto filosófico y espiritual. En efecto, las bases fundamentales para que el individuo pueda entenderse a sí mismo, a la familia, a la sociedad, a la naturaleza y el universo de manera integrada e integral. Las relaciones que existen entre unos y otros. Las responsabilidades, los límites y las posibilidades. Todo esto en su conjunto y a lo largo de ocho mil años de desarrollo humano, con sus altas y sus bajas, nos han dado un "rostro propio y un corazón verdadero", como individuos y como civilización. Este inmenso acervo de sabiduría y experiencia es lo que nos hace ser anahuacas o "Mexicanos" como nos "bautizaron" los criollos desde 1821. La educación como esa riquísima experiencia que ha sido seleccionada y sistematizada a lo largo de cientos de generaciones. No todos los pueblos del mundo poseen esta experiencia que hoy englobamos en el llamado "Patrimonio Cultural". Los pueblos que surgen de las milenarias civilizaciones que se han llamado "Madre", son los que han logrado sistematizar e incorporar a su "Ser" esta sabiduría de vida. Y si para la cultura occidental el vértice superior de su conocimiento se encuentra sustentado en el dominio del mundo material, para la civilización del Anáhuac el vértice superior de su conocimiento se encuentra en la posibilidad de liberar el espíritu de la materia. Esto es lo que nos une a todos los pueblos de origen anahuaca y nos hace culturalmente tan sensibles a los aspectos místicos y espirituales de la vida. Para concebir nuestra antigua cultura, debemos de pensar que nuestros Viejos Abuelos vivieron en sociedades escolarizadas por más de treinta siglos. Para descolonizar nuestra historia debemos de dejar de vernos a nosotros mismos como los extranjeros nos describieron, en tanto a sus intereses, concepción e ideología: como una serie inconexa de islas culturales "primitivas", que nada tienen que ver las unas con las otras. Siempre nos han investigado por nuestras diferencias y no por nuestras semejanzas; las cuales son mayores. que ha producido el ser humano en el que hoy es nuestro territorio. Somos una civilización con una añeja experiencia educativa como no existe otra en el planeta. El sistema de organización social y régimen jurídico es otro de los cimientos fundamentales que se crearon en los primeros cuatro mil quinientos años que comprendieron desde la invención de la agricultura y la aparición de la cultura olmeca. Organización social y la regulación de un orden jurídico que permitiera la regulación e interacción armónica y ordenada de los individuos y los pueblos. El sistema de organización social y el régimen jurídico permite que los otros tres sistemas alimentario, salud y educación puedan desarrollarse con plenitud y armonía. "Así como el pensamiento y creencias de los pueblos son fruto de la observación y de la elucubración humana, la organización política está en íntima relación con el pensamiento económico, científico y religioso de los pueblos. Del concepto matemático, astronómico, físico y biológico que tuvieron del universo los anahuacas, mediante la observación de la naturaleza y la reflexión, conformándose a ella y superándola también, establecieron un orden político y social adecuado a las condiciones físicas, económicas y científicas, con el propósito fundamental de promover y preservar la vida de la colectividad en el país, alcanzando de tal suerte un alto grado de cultura y conocimiento, tanto de la naturaleza como del universo." "Y ahora júzguese el progreso del fenómeno cultural ocurrido en el territorio de Mesoamérica durante cerca de tres milenios; piénsese en la índole de la humana energía que poseyó la capacidad de edificar, entre otras muchas, las ciudades antes indicadas, ciudades en las cuales dieron flor y frutos las artes y las ciencias; donde la sabiduría sirvió de raíz y coronamiento a los gigantescos esfuerzos materiales requeridos por tal edificación. La mayor parte son sus "propias conjeturas" nacidas de juicios equivocados desde su primera raíz y que se han ido acumulando con el tiempo.

Editor

Wikipedia.org

Identificador

http://es.wikisource.org/wiki/Historia%20Verdadera%20del%20M%C3% A9xico%20Profundo/5?oldid=492603

Cobertura

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Colección

Citación

“Los olmecas,” Biblioteca Virtual FAHUSAC, consulta 4 de julio de 2025, https://bvhumanidades.usac.edu.gt/items/show/1099.

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