Es un poema icónico de la generación Beat no solamente por su forma experimental, intimista y vanguardista; también por sus contenidos poco usuales para la época y un apego a las temáticas personales y controvertidas.
Es una obra poética, considerada la más madura de T. S. Eliot. Es una alegoría del mundo natural y de los ciclos naturales para hablar de la vida humana.