La historia del siglo XX en América Latina se caracteriza por tener sucesos históricos que han dejado fuertes consecuencias en lo social. La literatura se emplea, entonces, como una forma de registro histórico desde el testimonio.
La autora plasma los dolores y sufrimientos de una madre. Estas historias las escuchó de boca de otras mujeres mientras iba a visitar a su hijo a la cárcel.